La historia de las guerreras vikingas

LA HISTORIA DE LAS GUERRERAS VIKINGAS

Durante décadas ha habido un gran debate sobre el papel de las mujeres en la cultura vikinga sobre si llegaron a ser soldados al igual que los hombres o solo doncellas como en el resto de culturas antiguas.

La palabra "vikingo" usualmente evoca imágenes de hombres fornidos, barbudos y rubios empuñando hachas a dos manos. En una cultura tan estrechamente asociada con la violencia y el derramamiento de sangre (la versión vikinga del cielo es una batalla interminable donde los masacrados vuelven a armarse para festejar, luchar y pasar el resto de la eternidad practicando sexo), no es de sorprender que incluso las mujeres pudiesen llegar a jugar el mismo papel de guerreras.

En su historia danesa, el erudito medieval Saxo Grammaticus describe a las mujeres vikingas que "se vestían para parecerse a hombres y dedicaban casi cada instante de sus vidas a la búsqueda de la guerra". Según algunos textos, estas doncellas escuderas “ofrecían guerra en lugar de besos” y “atacaron a hombres con sus lanzas que podrían haber derretido con su apariencia”.



Las leyendas de estas mujeres pasaron a través de los siglos y se volvieron muy debatidas entre los historiadores ya que es muy difícil su verificación y parte del problema es la falta de evidencia escrita contemporánea: aunque los vikingos sí tenían su propio sistema de escritura rúnica, la mayoría de la información escrita que tenemos sobre su sociedad proviene de fuentes en inglés, francés y árabe.



Sin embargo, recientemente uno de los entierros vikingos más conocidos ha ofrecido algunas pruebas sorprendentes que demuestran que estas feroces hembras pelearon en realidad en los ejércitos de los hombres del norte:
La tumba fue descubierta por Hjalmar Stolpe a fines del siglo XIX . Data del siglo 10 y se encuentra en la ciudad de Birka (un importante centro de comercio vikingo), la tumba rápidamente ganó renombre como una de las tumbas vikingas más elaboradas jamás desenterradas ya que el héroe muerto había sido enterrado con elementos que indicaban que había alcanzado el estatus de élite durante la vida. Estos elementos incluyen escudos, un hacha, flechas perforantes y dos caballos. Esta tumba en particular también incluía un tablero completo con piezas, lo que sugiere que el difunto no era un simple soldado, sino un líder familiarizado con tácticas y estrategias militares.




En la emoción que rodea el descubrimiento de este tesoro único de artefactos, el ocupante de la tumba fue algo pasado por alto. Debido a la falta de evidencia histórica antes mencionada, simplemente se asumió que el guerrero enterrado con tales honores era un hombre. Sin embargo, la osteóloga Anna Kjellström estaba estudiando los restos de este entierro particular como parte de un proyecto separado y durante su investigación, notó que las mejillas y los huesos de las caderas del esqueleto se veían más femeninos que masculinos.

Siguiendo su corazonada, se extrajo una muestra de ADN del cuerpo y se envió a la Universidad de Estocolmo para su análisis. Los resultados confirmaron lo que siglos de leyenda siempre han afirmado: este guerrero vikingo de alto rango era, de hecho, una mujer.
Entonces, ¿es suficiente este hecho para verificar que los textos de Saxo Grammaticus sobre aquellas mujeres que “pensaban en la muerte y no en el coqueteo” son ciertas? ¿Qué en la cultura vikinga era indiferente el género para ocupar un alto cargo? ¿Cómo era de avanzada la sociedad vikinga realmente?


Publicado por IRENE

Comentarios

Entradas populares de este blog

Arquitectura Vernácula

Pintura Realista

Julian Beever, artista callejero en 3D